El futuro deseado

Autores/as

  • Carlos Mallén Rivera Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agrícola y Pecuaria

DOI:

https://doi.org/10.29298/rmcf.v3i12.503

Palabras clave:

Editorial

Resumen

El futuro se esgrime en un entorno de incertidumbre, el presente es de una compleja lectura, y jamás sabremos los verdaderos propósitos que el pasado tuvo. De hecho, el ahora existe en apenas unos instantes, incluso se habla del tiempo real cuando se refiere al tiempo actual: los minutos siguientes serían irreales. Las prioridades difícilmente son claras, pero sí son sustituidas por las emergencias en todos los ámbitos, sobre todo el económico. Y la ciencia se debate en la ruptura de los paradigmas con que entendíamos al medio ambiente. La sociedad se rige por razones cada vez más particulares, e incluso –por esta noción egocéntrica– confunde argumentos válidos, como la libre determinación de una nación, en justificaciones para negar la suscripción de acuerdos internacionales como el protocolo de Kioto y con ello evita la limitación de sus afanes expansionistas. Así, vamos posponiendo la planeación de las posibilidades, ante la premura de lo inminente. Y cuando las pretensiones se ajustan a los discursos, esta pertinaz realidad se empeña en confrontarnos con nuestras prevaricaciones.

El tema ambiental es muestra de esas incertidumbres, de los plazos cumplidos y los pasados que vuelven con los mismo problemas: solo que ahora son más graves. Las urgencias perfiladas por todo tipo de especialistas, hace justo 25 años, en la cumbre de Río en 1992 no fueron más que retomar los propósitos que la comunidad internacional estableció en 1972, cuando por primera vez se manifestó la preocupación global en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano, a partir del informe del Club de Roma: “Los límites del crecimiento”. Fruto de este encuentro y de dicho texto surge la Declaración de Estocolmo, la cual introdujo en la agenda política internacional la dimensión ambiental al lado de la social, como condición y límite del modelo tradicional de crecimiento económico y del uso de los recursos naturales; en cuyo contexto se señalan, entre otras razones, que la humanidad:“... debe hacer constante recapitulación de su experiencia y continuar descubriendo, inventando, creando y progresando. Hoy en día, su capacidad de transformar el entorno, utilizada con discernimiento, puede llevar a todos los pueblos los beneficios del desarrollo y ofrecerles la oportunidad de ennoblecer su existencia. Aplicado errónea o imprudentemente, el mismo poder puede causar daños incalculables al ser humano y a su medio. A nuestro alrededor vemos multiplicarse las pruebas del impacto causado por el hombre en muchas regiones de la Tierra: grados peligrosos de contaminación del agua, el aire, la tierra y los seres vivos; grandes trastornos del equilibrio ecológico de la biosfera; destrucción y agotamiento de recursos insustituibles y graves deficiencias nocivas para la salud física, mental y social de las personas, en el medio por él creado, especialmente en aquel en el que vive y trabaja”.

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Publicado

22-02-2019

Cómo citar

Mallén Rivera Carlos. 2019. «El Futuro Deseado». Revista Mexicana De Ciencias Forestales 3 (12). México, ME:3-6. https://doi.org/10.29298/rmcf.v3i12.503.

Número

Sección

Editorial