Revista Mexicana de Ciencias Forestales Vol. 14 (76)

Marzo – Abril (2023)

Logotipo, nombre de la empresa

Descripción generada automáticamente

DOI: https://doi.org/10.29298/rmcf.v14i76.1314

Artículo de revisión

 

Uso de árboles nativos en áreas verdes urbanas: tendencias en el noreste de México

Use of native trees in urban green areas: trends in northeastern Mexico

 

Eduardo Alanís-Rodríguez1, Arturo Mora-Olivo2*, Javier Jiménez-Pérez1, Gerardo Cuéllar-Rodríguez1

 

Fecha de recepción/Reception date: 8 octubre de 2022

Fecha de aceptación/Acceptance date: 15 de febrero de 2023

_______________________________

1Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Autónoma de Nuevo León. México

2Instituto de Ecología Aplicada, Universidad Autónoma de Tamaulipas. México

 

*Autor para correspondencia; correo-e: amorao@docentes.uat.edu.mx

*Corresponding author; e-mail: amorao@docentes.uat.edu.mx

 

Resumen

El arbolado urbano incluye principalmente especies de origen introducido, aunque cada vez es más común el uso de árboles nativos tanto en México como en otras regiones del mundo. El objetivo principal de este estudio fue documentar el uso de taxones arbóreos en las áreas verdes urbanas del noreste de México. Específicamente, se plantearon las siguientes preguntas: ¿Existen cambios en el uso de especies? ¿A qué se deben esos cambios? ¿Cuál es la tendencia futura en el uso de especies? Para ello, se realizó una búsqueda en internet de artículos sobre el tema en los sitios: ISI Web of Knowledge, EBSCO, SCOPUS y Google académico. Los resultados indicaron que sí hubo cambios en los taxa utilizados. Se identificaron tres periodos: el primero de 1850 a 1980 en el cual se utilizaban, principalmente, especies introducidas como Fraxinus americana y Ligustrum lucidium; de 1980 a 2000, cuando se inicia el uso de taxones nativos como Quercus fusiformis; y del 2000 a la actualidad, en el que se consolida el empleo de especies nativas producidas en viveros locales como Ebenopsis ebano. Los aspectos que detonaron esos cambios fueron las experiencias con las heladas, la generación de evidencia por parte de los académicos, la consolidación de los viveristas en la región y la creación y gestión de la Asociación Mexicana de Arboricultura. La tendencia futura apunta hacia la reforestación de las áreas verdes urbanas del noreste de México con especies nativas.

Palabras clave: Arbolado, áreas verdes, especies introducidas, especies nativas, parques públicos, zonas urbanas.

Abstract

Urban trees mainly include species of introduced origin, although the use of native trees is increasingly common both in Mexico and in other regions of the world. The main objective of this study was to document the use of tree species in urban green areas in northeastern Mexico. Specifically, the following questions were raised: Are there changes in the use of species? What is the reason for these changes? What is the future trend in the use of species? In order to answer them, articles in web search engines were reviewed: ISI Web of Knowledge, EBSCO, SCOPUS, and Google Scholar. The results indicated that there were changes in the use of species. Three periods were identified: the first, from 1850 to 1980, when introduced species such as Fraxinus americana and Ligustrum lucidium were mainly used; from 1980 to 2000, when the use of native species such as Quercus fusiformis began; and from 2000 to the present, where the use of native species produced in local nurseries such as Ebenopsis ebano became established. The aspects that triggered these changes were the experiences with frosts, the generation of evidence by academics, the establishment of nurserymen in the region, and the creation and management of the Mexican Association of Arboriculture. The future trend in the use of species to reforest green urban areas is to preserve the native ones.

Key words: Trees, green areas, introduced species, native species, public parks, urban areas.

 

 

Introducción

 

 

Los parques públicos se caracterizan por presentar una composición de especies vegetales en la que los árboles suelen dominar el paisaje (Semeraro et al., 2021; Jiménez et al., 2022). Desde la creación de las primeras zonas urbanas, el hombre fomentó el uso del arbolado para su propio bienestar, ya que le proporcionan sombra, alimento, medicina o son simplemente ornamentales (Johnston, 2015; Camou-Guerrero et al., 2016). Este principio de utilizar especies arbóreas en propiedades privadas y públicas, se ha extendido hasta la actualidad en las zonas urbanas de todo el mundo (Sadler et al., 2010; Zhao et al., 2023).

El hecho de que 74.73 % de la población de Europa y más de 80 % de la que habita en América del Norte se ubican en áreas urbanas, confirma la importancia de los espacios verdes, sobre todo al considerar que constituyen uno de los principales indicadores de calidad de vida en una ciudad (Hernández y Cruz, 2020). Soloaga et al. (2021) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 2022) señalan que el número de habitantes de una localidad determina si es rural o urbana. Una población se considera rural cuando tiene menos de 2 500 habitantes y urbana si supera los 2 500.

En la Figura 1 se muestra cómo el porcentaje de población urbana en México se ha incrementado logarítmicamente (R2=0.9634), mientras que el porcentaje de la población rural decrece logarítmicamente (R2=0.9634). En 1950 había un mayor porcentaje de población rural (57 %), la cual para 2020 disminuyó a 21 % y la urbana aumentó hasta representar 79 % del total.

 

 

Elaboración propia con datos del Inegi (2022).

Figura 1. Porcentaje de población urbana y rural en México de 1950 al 2020.

 

Las decisiones en el uso y manejo de especies para arborizar las áreas urbanas son tomadas por ciudadanos, desarrolladores urbanos o funcionarios públicos (Andrade et al., 2021). Sin embargo, los estudios ecológicos de estas zonas arboladas ayudan a conocer el estado actual de las mismas. Por ejemplo, la evaluación del arbolado permite entender diversos elementos como el número de árboles por superficie, la altura total o de la copa, el área de la copa, el área basal o el volumen maderable (Alanís et al., 2020; García-García et al., 2022), información importante para entender cómo se modifica la composición y estructura del arbolado a través del tiempo, y sienta las bases para proponer mejores estrategias de gestión (Andrade et al., 2021; Zhao et al., 2023).

De manera general, se ha observado que la composición florística y el origen de los árboles ha cambiado a través del tiempo. Un caso bien documentado es la Alameda Central de la Ciudad de México, la cual modificó el uso de las especies de acuerdo a las necesidades urbanas en un lapso de tres siglos (Benavides, 2023). En el noreste de México también han ocurrido cambios temporales respecto al uso y origen de los árboles en las principales ciudades (Zamudio, 2001; Leal et al., 2018). Por lo tanto, el objetivo es documentar las tendencias del uso de especies en la arborización de áreas verdes urbanas en el noreste de México. Específicamente, se plantearon las siguientes preguntas: ¿Existen cambios en el uso de especies?, ¿A qué se deben estos cambios?, y ¿Cuál es la tendencia futura en el uso de especies?

 

 

Desarrollo y Discusión

 

 

Se efectuó una búsqueda de artículos científicos y tesis que describieran o evaluaran el arbolado de áreas verdes urbanas en el noreste de México; para ello, se emplearon los siguientes sitios de internet: ISI Web of Knowledge, EBSCO, SCOPUS, Google académico. Las palabras clave utilizadas fueron: dasonomía urbana, áreas verdes urbanas, arboricultura y arbolado urbano.

Se registraron investigaciones cualitativas de Alanís y González (2003), Alanís et al. (2004), Alanís (2005), Zurita y Elizondo (2009), y Mora-Olivo y Martínez-Ávalos (2012) en las que se citan y describen las especies características de las áreas de interés y algunas fechas de su introducción. Además, se registraron las investigaciones cuantitativas de Zamudio (2001), Alanís et al. (2014), Leal et al. (2018), Canizales et al. (2020), López (2020) y Alanís et al. (2022) que consideraron en el inventario los taxa con mayor abundancia y el Índice de Valor de Importancia. De acuerdo con la información recabada, se definieron tres etapas contrastantes: de 1850 a 1980, 1980 a 2000 y del 2000 a la actualidad (Cuadro 1).

 


 

Cuadro 1. Principales especies arbóreas plantadas en ciudades del noreste de México.

Nombre científico

Nombre común

Origen

Distribución natural

Periodo de plantación

Carya illinoinensis (Wangenh.) K. Koch

Nogal

Nativa

Sureste de Estados Unidos de América, noreste, centro y sur de México

2000-2020

Cordia boissieri A. DC.

Anacahuita

Nativa

Sur de Texas, noreste de México

2000-2020

Ebenopsis ebano (Berland.) Barneby & J. W. Grimes

Ébano

Nativa

Sur de Texas, noreste de México, San Luis Potosí, Sinaloa, Durango, Jalisco, Zacatecas, Veracruz y Península de Yucatán

2000-2020

Ehretia anacua (Terán & Berland.) I. M. Johnst.

Anacua

Nativa

Sur de Texas, noreste de México, Querétaro, San Luis Potosí, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Veracruz

2000-2020

Fraxinus berlandieriana A. DC.

Fresno

Nativa

Sureste de Estados Unidos de América, noreste de México, Durango, San Luis Potosí, Michoacán, Estado de México y Veracruz

1950-1960

Fraxinus uhdei (Wenz.) Lingelsh.

Fresno americano

Nativa

México a Bolivia

1950-1960

Populus mexicana Wesm. ex DC.

Álamo

Nativa

Endémica de México (Sonora, Sinaloa, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Chiapas)

2000-2020

Populus tremuloides Michx.

Alamillo

Nativa

Canadá, Estados Unidos de América, norte y centro de México

1920-1940

Quercus fusiformis Small

Encino siempre verde

Nativa

Estados Unidos de América (Oaklahoma y Texas), noreste de México (Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas)

1990-2000

Salix nigra Marshall

Sauce

Nativa

Canadá, Estados Unidos de América, norte y centro de México

1920-1940

Araucaria columnaris (J. R. Forst.) Hook.

Araucaria

Introducida

Asia

1960-1970

Broussonetia papyrifera (L.) L'Hér. ex Vent.

Morera de papel

Introducida

Asia

1980-1990

Casuarina equisetifolia L.

Casuarina

Introducida

Australia

1960-1970

Ficus benjamina L.

Ficus

Introducida

Asia

1980-1990

Ficus elastica Roxb. ex Hornem.

Árbol del hule

Introducida

Asia

1950-1960

Fraxinus americana L.

Fresno

Introducida

Este de Estados Unidos de América

1950-1960

Koelreuteria bipinnata Franch.

Jabonero

Introducida

Asia

1950-1960

Lagerstroemia indica L.

Crespón

Introducida

Asia

1950-1960

Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit

Huaje

Introducida

Sureste de México, Centroamérica y Las Antillas

1980-1990

Ligustrum japonicum Thunb.

Trueno

Introducida

Asia

1920-1940

Pinus eldarica Medw.

Pino afgano

Introducida

Europa

1950-1960

Populus nigra L.

Álamo negro

Introducida

Europa

1920-1940

Quercus macrocarpa Michx.

Encino macrocarpa

Introducida

Canadá y este de Estados Unidos de América

1989-2000

Quercus rubra L.

Encino rojo

Introducida

Sureste de Canadá y este de Estados Unidos de América

1990-2000

Quercus virginiana Mill.

Encino siempre verde

Introducida

Sureste de Estados Unidos de América

1990-2000

Triadica sebifera (L.) Small

Chinese

Introducida

Asia

1970-1980

Syagrus romanzoffiana (Cham.) Glassman

Palma coco plumoso

Introducida

Sudamérica

1950-1960

Thuja occidentalis L.

Tuya

Introducida

Sureste de Canadá y noreste de Estados Unidos de América

1950-1960

Washingtonia filifera (Gloner ex Kerch., Burv., Pynaert, Rodigas & Hull) de Bary

Palma Washingtonia

Introducida

Suroeste de Estados Unidos de América, México (Baja California)

1950-1960

Washingtonia robusta H. Wendl.

Palma blanca

Introducida

Baja California y Sonora

1950-1960


 

 

Etapas de la plantación en zonas urbanas del noreste de México

 

 

Periodo de 1850-1980. El primer registro de especies utilizadas en las áreas verdes urbanas de la ciudad de Monterrey fue en 1850, con el establecimiento del parque público Alameda. Alanís et al. (2004) citan que se plantaron sauces (Salix nigra Marshall), álamos (Platanus spp.) y fresnos (Fraxinus spp.). Entre 1920 y 1940 en las ciudades del noreste de México se utilizaron taxones adquiridos en viveros del centro de México y algunos locales, donde se producían especies introducidas de rápido crecimiento como fresnos (Fraxinus americana L.), álamos (Populus nigra L.), alamillos (Populus tremuloides Michx.) y truenos (Ligustrum lucidum W. T. Aiton).

En 1960, aún se continuaban utilizando, principalmente, árboles introducidos que se producían en viveros de la región central del país como el fresno (Fraxinus americana), árbol de la hoja de hule (Ficus elastica Roxb. ex Hornem.), araucaria (Araucaria excelsa (Lamb.) W. T. Aiton), casuarina (Casuarina equisetifolia L.) y rompevientos (Tamarix gallica L.), taxa que se caracterizan por presentar un desarrollo acelerado, así como por sus copas grandes que proporcionan una amplia cobertura de sombra. Sin embargo, son muy susceptibles a bajas temperaturas, lo cual originó que casi desaparecieran del noreste de México durante el invierno de 1967 debido a las heladas (Alanís, 2005).

Periodo de 1980-2000. En las décadas de 1980 y 1990 todavía eran comunes las plantaciones monoespecíficas con árboles introducidos. Durante esa época, en los parques y banquetas de los nuevos desarrollos habitacionales de las ciudades de Monterrey, Ciudad Victoria y Linares se realizaban plantaciones monoespecíficas de ficus (Ficus benjamina L.) (Zamudio, 2001).

Alanís et al. (2004) documentan que los primeros esfuerzos por realizar plantaciones urbanas con especies nativas fueron en la década de 1980, en el municipio San Pedro Garza García (Área Metropolitana de Monterrey). Este municipio es el de mayor ingreso per cápita en Latinoamérica, y tiene una gestión innovadora (Gobierno de México, 2023). En esa década, académicos e investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León y los funcionarios municipales responsables de las áreas verdes urbanas iniciaron la plantación de especies nativas.

En la década de 1990, los viveristas de la región citrícola de Nuevo León se asesoraron con académicos de las universidades regionales y empezaron a producir especies nativas. Este tipo de sinergias entre productores y universidades se ha realizado con éxito en diversas partes del mundo (Verheyen et al., 2023).

La especie que más se produjo fue el encino siempre verde (Quercus virginiana Mill.), taxón perennifolio de copa densa y con una altura de 15 a 20 m (Conafor, 2010; Romero et al., 2015), características que ayudaron a su rápida aceptación, ya que uno de los atributos que buscan los habitantes de las ciudades es que los árboles mantengan el follaje y presenten copas densas que generen sombra (Alanís 2005, Lowry et al., 2012). La producción de esta especie se realizó con semillas provenientes de Texas y del noreste de México. De acuerdo con algunos estudios como el de Peña et al. (2012), se consideraba que Q. virginiana tenía variedades y la correspondiente para el noreste del país era Q. virginiana var. fusiformis (Small) Sarg. Sin embargo, investigaciones con mayor rigor taxonómico (Nixon, 1997; Pérez y Valencia, 2017) indican que son dos especies diferentes, la nativa del noreste de México es Q. fusiformis Small,mientras que Q. virginiana se distribuye en el sureste de Estado Unidos de América. Con base en la identificación de algunos ejemplares de Quercus plantados en las áreas verdes urbanas de Monterrey, Linares y Cd. Victoria, se determinó la presencia de ambos taxa.

Periodo de 2000–actualidad En la década del 2000 se promovió fuertemente y consolidó el uso de especies nativas en las ciudades debido a diversos factores, entre ellos:

En este periodo se generó una sinergia entre los viveristas, los gestores de las áreas verdes, la academia y los funcionarios para trabajar e impulsar el uso de las especies nativas. Para ello, se implementaron asesorías, cursos, talleres, conferencias y la publicación de artículos científicos y libros (Alanís y González, 2003; Alanís et al., 2004; Zurita, 2009; Mora-Olivo y Martínez-Ávalos, 2012; Alanís et al., 2014; Leal et al., 2018; Canizales et al., 2020; Cavazos y Cavazos, 2021).

 

 

Composición actual de los bosques urbanos

 

 

De acuerdo con las investigaciones cuantitativas de Alanís et al. (2014), Leal et al. (2018), López (2020), Canizales et al. (2020) y Alanís-Rodríguez et al. (2022), las especies nativas con mayor número de individuos son Carya illinoinensis (Wangenh.) K. Koch, Cordia boissieri A. DC., Ebenopsis ebano (Berland.) Barneby & J. W. Grimes, Ehretia anacua (Terán & Berland.) I. M. Johnst., Fraxinus uhdei (Wenz.) Lingelsh., Populus mexicana Wesm. ex DC., Populus tremuloides y Quercus fusiformis, taxones que tienen en común presentar una forma de crecimiento arbórea, y copas amplias y densas que proveen de sombra. Además de estas especies arbóreas, hay otras que también se encuentran en los bosques urbanos, pero son menos abundantes, por ejemplo: Acacia farnesiana (L.) Willd., Prosopis laevigata (Humb. & Bonpl. ex Willd.) M. C. Johnst., Diospyros texana Scheele y Parkinsonia aculeata L. (Mora-Olivo y Martínez-Ávalos, 2012).

Referente a las especies introducidas, muchas de las que se plantaron han desaparecido por las bajas temperaturas suscitadas en el noreste de México. Las heladas más significativas de los últimos 100 años corresponden a los años 1925, 1949, 1967, 1983, 1997 y 2011 (Guerrero, 2014). Zamudio (2001) y Alanís (2011) señalan a el árbol de la hoja de hule (Ficus elastica), araucarias (Araucaria excelsa), casuarinas (Casuarina equisetifolia), rompevientos (Tamarix gallica), ficus (Ficus benjamina) y chinese (Triadica sebiferum (L.) Small) como algunas de las especies que se plantaron a gran escala y perecieron con las heladas.

A partir de las investigaciones cuantitativas de Alanís et al. (2014), Leal et al. (2018), Canizales et al. (2020), López (2020) y Alanís et al. (2022) realizadas en áreas verdes urbanas del noreste de México, se identificaron como las especies introducidas con mayor número de ejemplares y un Índice de Valor de Importancia más alto al fresno (Fraxinus americana), trueno (Ligustrum japonicum Thunb.), cedro (Thuja occidentalis L.), sombrilla japonesa (Koelreuteria paniculata Laxm.) y las palmas Syagrus romanzoffiana (Cham.) Glassman y Washingtonia filifera (Gloner ex Kerch., Burv., Pynaert, Rodigas & Hull) de Bary, las cuales fueron plantadas antes del año 2000 y son tolerantes a las heladas.

 

 

Conclusiones

 

 

De acuerdo con la primera pregunta, se concluye que sí se determinaron cambios en el uso de las especies por su origen. Se identificaron tres periodos: 1) de 1850 a 1980 en el que se utilizaban principalmente especies introducidas provenientes de viveros del centro de México; 2) de 1980 a 2000 se inicia el uso de las especies nativas producidas en viveros locales; y 3) de 2000 a la actualidad se consolida la utilización de taxones nativos producidos en viveros locales.

Referente a la segunda pregunta, se propone que los cambios se deben a diferentes causas. Las situaciones detonantes fueron las experiencias de la ciudadanía, funcionarios y gestores de los recursos naturales con las heladas, y la evidencia generada por los académicos e investigadores de las universidades regionales, en la cual se indican las ventajas del uso de especies nativas, la consolidación de los viveristas en la región para producir tanto taxa nativos como naturalizados adaptados a la región, además de la creación y gestión permanente de la Asociación Mexicana de Arboricultura en la promoción del uso de especies nativas.

En relación con la tercera pregunta, y a partir de la sinergia observada entre los viveristas, los gestores de las áreas verdes, la academia y los funcionarios, la tendencia a futuro en la reforestación de las áreas verdes urbanas es mantener el uso de los taxa nativos, así como incrementar el número de especies que se producen con una mayor equidad de individuos de cada especie, es decir, se aumentará la diversidad tanto por la riqueza florística como por la equidad de individuos por especie. Para que se logre esto, es importante que se realicen inventarios forestales precisos y se estime a detalle la fitodiversidad y los elementos cuantitativos de la estructura arbórea.

Además de lo anterior, es fundamental considerar que no todas las especies arbóreas nativas se adaptan fácilmente a su cultivo en parques públicos. Ese es el caso de aquellas que de manera natural se desarrollan en ambientes riparios o acuáticos, como sucede con algunos taxones como fresnos (Fraxinus berlandieriana A. DC. y F. uhdei), sauces (Salix nigra) y sabinos (Taxodium mucronatum Ten.). Por lo tanto, se recomienda que estos se planten a orillas de lagos artificiales o donde exista una fuente constante de humedad.

 

Agradecimientos

 

A la Asociación Mexicana de Arboricultura A.C. por todo el apoyo brindado y a Viveros Regionales de Allende, Nuevo León.

 

Conflicto de intereses

 

Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.

 

Contribución por autores

 

Eduardo Alanís-Rodríguez: desarrollo de la idea, base de datos y del manuscrito; Arturo Mora-Olivo: interpretación de resultados y redacción de las Conclusiones; Javier Jiménez-Pérez: análisis de datos y redacción de la Introducción; Gerardo Cuéllar Rodríguez: revisión de literatura y redacción de la Metodología. Todos los autores revisaron el manuscrito.

 

Referencias

 

Alanís F., G. J. 2005. El arbolado urbano en el área metropolitana de Monterrey. Ciencia UANL 8(1):20-32. https://www.redalyc.org/pdf/402/40280104.pdf. (15 de octubre de 2022).

Alanís, G. 2011. Los fenómenos meteorológicos extremos: Efecto de las bajas temperaturas en la vegetación arbórea del área metropolitana de Monterrey. Ciencia UANL 14(2):115-120. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3709954.pdf. (10 de octubre de 2022).

Alanís F., G. J. y D. González A. 2003. Flora nativa ornamental para el área metropolitana de Monterrey, Nuevo León, México: Descripción botánica y requerimientos de las especies para el paisaje urbano. Universidad Autónoma de Nuevo León y R. Ayuntamiento de Monterrey, 2000-2003. Monterrey, NL, México. 128 p.

Alanís F., G., R. Foroughbakhch P., M. A. Alvarado V. y A. Rocha E. 2004. El arbolado urbano en el área metropolitana de Monterrey (AMM), Nuevo León, México. Arborea Órgano Informativo de la Asociación Mexicana de Arboricultura 6(11):14-26. https://www.academia.edu/20849026/EL_ARBOLADO_URBANO_EN_EL_ARE_A_METROPOLITANA_DE_MONTERREY_AMM_NUEVO_LE%C3%93N_M%C3%89XICO. (10 de octubre de 2022).

Alanís, E., J. Jiménez, A. Mora-Olivo, P. Canizales y L. Rocha. 2014. Estructura y composición del arbolado urbano de un campus universitario del noreste de México. Revista Iberoamericana de Ciencias 1(7):93-101. https://1library.co/document/zln424gq-estructura-composicion-arbolado-urbano-campus-universitario-noreste-mexico.html. (10 de octubre de 2022).

Alanís R., E., A. Mora O. y J. S. Marroquín de la Fuente. 2020. Muestreo ecológico de la vegetación. Editorial Universitaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Monterrey, NL, México. 251 p.

Alanís-Rodríguez, E., A. Mora-Olivo, V. M. Molina-Guerra, H. Gárate-Escamilla y J. Á. Sigala R. 2022. Caracterización del arbolado urbano del centro de Hualahuises, Nuevo León. Revista Mexicana de Ciencias Forestales 13(73):29-49. Doi: 10.29298/rmcf.v13i73.1271.

Andrade, R., J. Franklin, K. L. Larson, C. M. Swan, … and A. York. 2021. Predicting the assembly of novel communities in urban ecosystems. Landscape Ecology 36:1-15. Doi: 10.1007/s10980-020-01142-1.

Benavides M., H. M. 2023. La cubierta arbórea de la Alameda Central de la Ciudad de México: 1ª parte. Revista Mexicana de Ciencias Forestales 14(75):4-34. Doi: 10.29298/rmcf.v14i75.1294.

Canizales V., P. A., E. Alanís R., V. A. Holguín E., S. García G. y A. C. Chávez C. 2020. Caracterización del arbolado urbano de la ciudad de Montemorelos, Nuevo León. Revista Mexicana de Ciencias Forestales 11(62):111-135. Doi: 10.29298/rmcf.v11i62.768.

Cavazos, A. y A. Cavazos. 2021. Árboles nativos del norte y altiplano de México. Viveros Regionales. Allende, NL, México. 64 p.

Camou-Guerrero, A., A. Casas, A. I. Moreno-Calles, J. Aguilera-Lara, … and E. Rivera-Lozoya. 2016. Ethnobotany in Mexico: History, development, and perspectives. In: Lira, R., A. Casas and J. Blancas. (Ed.). Ethnobotany of Mexico. Interactions of people and plants in Mesoamerica. Springer. New York, NY, United States of America. pp. 21-39. https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-1-4614-6669-7_2. (10 de octubre de 2022).

Comisión Nacional Forestal (Conafor). 2010. Quercus virginiana Mitl. Paquetes Tecnológicos. Comisión Nacional Forestal (Conafor) y Comisión Nacional para el Uso de Biodiversidad (Conabio). Zapopan, Jal., México. 5 p. http://www.conafor.gob.mx:8080/documentos/ver.aspx?articulo=997&grupo=13. (15 de octubre de 2022).

García-García, S. A., E. Alanís-Rodríguez, O. A. Aguirre-Calderón, E. J. Treviño-Garza, L. G. Cuellar-Rodríguez y A. C. Chávez-Costa. 2022. Caracterización de comunidades forestales en México: Revisión documental. e-CUCBA Revista Electrónica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias 9(17):201-210. Doi: 10.32870/ecucba.vi17.227.

Gobierno de México. 2023. San Pedro Garza García. Municipio de Nuevo León. Data México. https://www.datamexico.org/es/profile/geo/san-pedro-garza-garcia#economy. (10 de febrero de 2023).

Guerrero A., A. 2014. Heladas y nevadas en Nuevo León. De Solares y Resolanas. https://www.sabinashidalgo.net/articulos/de-solares-y-resolanas/9413-heladas-y-nevadas-en-nuevo-leon. (10 de octubre de 2022).

Hernández M., R. P. y E. Cruz H. 2020. Desafíos emergentes de la distribución de la población urbana y rural en el mundo: una panorámica mundial y europea del crecimiento urbano. História e Economia 24(1):21-37. https://www.historiaeeconomia.pt/index.php/he/article/view/237. (10 de octubre 2022).

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). 2022. Población rural y urbana. https://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/rur_urb.aspx?tema=P. (10 de octubre de 2022).

Jiménez P., J., R. Sandoval G., E. Alanís R., J. I. Yerena Y. y O. A. Aguirre C. 2022. Dinámica de cambio en ecosistemas urbanos y periurbanos en el área metropolitana de Monterrey, México. Revista Cubana de Ciencias Forestales 10(3):278-291. https://cfores.upr.edu.cu/index.php/cfores. (8 de octubre de 2022).

Johnston, M. 2015. Trees in towns and cities: A history of British Urban Arboriculture. Windghater Press. Oxford, OX, United Kingdom. 256 p.

Leal E., C. E., N. Leal E., E. Alanís R., M. A. Pequeño L., A. Mora-Olivo y E. Buendía R. 2018. Estructura, composición y diversidad del arbolado urbano de Linares, Nuevo León. Revista Mexicana de Ciencias Forestales 9(48):252-270. Doi: 10.29298/rmcf.v8i48.129.

López C., A. 2020. Servicios ecosistémicos y valoración económica de tres Parques urbanos en San Pedro Garza García, Nuevo León. Tesis de Maestría en Ciencias Forestales. Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Autónoma de Nuevo León. Linares, México. 43 p.

Lowry, J. H., M. E. Baker and R. D. Ramsey. 2012. Determinants of urban tree canopy in residential neighborhoods: Household characteristics, urban form, and the geophysical landscape. Urban Ecosystems 15(1):247-266. Doi: 10.1007/s11252-011-0185-4.

Mora-Olivo, A. y J. G. Martínez-Ávalos. 2012. Plantas silvestres del bosque urbano: Cd. Victoria, Tamaulipas, México. Instituto de Ecología Aplicada y Universidad Autónoma de Tamaulipas. Cd. Victoria, Tamps., México. 139 p.

Nixon, K. C. 1997. Fagaceae. In: Flora of North America Editorial Committee (Ed.). Flora of North America Vol. 3: Magnoliophyta: Magnoliidae and Hamamelidae. Oxford University Press. New York, NY, United States of America. pp. 436-506.

Peña C., K. I., G. J. Alanís F., S. Favela L. y L. A. Barajas M. 2012. Los encinos (Quercus spp.) del Parque Ecológico Chipinque: nuevos reportes de especies y aportaciones a su conocimiento. Ciencia UANL 15(59):94-98. http://eprints.uanl.mx/3125/1/12Articulodelosencinos.pdf. (10 de octubre de 2022).

Pérez M., E. y S. Valencia A. 2017. Estudio preliminar del género Quercus (Fagaceae) en Tamaulipas, México. Acta Botánica Mexicana 120:59-111. Doi: 10.21829/abm120.2017.1264.

Romero R., S., E. C. Rojas Z. y L. E. Rubio L. 2015. Encinos de México (Quercus, Fagaceae): 100 especies. Facultad de Estudios Superiores Iztacala Universidad Nacional Autónoma de México. Tlanepantla de Baz, Edo. Méx. México. 288 p.

Sadler, J., A. Bates, J. Hale and P. James. 2010. Bringing cities alive: the importance of urban green spaces for people and biodiversity. In: Gaston, K. J. (Ed.). Urban Ecology. Cambridge University Press. Cambridge, CBG, United Kingdom. pp. 230-260.

Semeraro, T., A. Scarano, R. Buccolieri, A. Santino and E. Aarrevaara. 2021. Planning of urban green spaces: An ecological perspective on human benefits. Land 10(2):105-129. Doi: 10.3390/land10020105.

Soloaga, I., T. Plassot y M. Reyes. 2021. Caracterización de los espacios rurales en México a partir de estadísticas nacionales. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Miguel Hidalgo, CdMx, México. 61 p. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46350/7/S2100027_es.pdf. (9 de octubre de 2022).

Verheyen, K., L. Baeten, A. Cliquet, J. De Doncker, … and R. Van de Velde. 2023. Universities as frontrunners in the effort towards green and biodiverse cities? Urban Forestry & Urban Greening 81:127872. Doi: 10.1016/j.ufug.2023.127872.

Zamudio C., E. 2001. Análisis del comportamiento del arbolado urbano público durante el período de 1995 a 1999 en la ciudad de Linares, Nuevo León. Tesis de Maestría en Ciencias Forestales. Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Autónoma de Nuevo León. Linares, NL, México. 117 p.

Zhao, J., J. Chen, C. Chen, S. Lu, … and C. Zhuang. 2023. Is it sufficient? Assessment of two sampling methods for urban plant species richness investigations. Urban Forestry & Urban Greening 79:127824. Doi: 10.1016/j.ufug.2022.127824.

Zurita Z., O. y R. Elizondo E. 2009. Guía de árboles y otras plantas nativas en la zona metropolitana de Monterrey. Fondo Editorial de Nuevo León. Monterrey, NL, México. 318 p.

        

Todos los textos publicados por la Revista Mexicana de Ciencias Forestales sin excepción– se distribuyen amparados bajo la licencia Creative Commons 4.0 Atribución-No Comercial (CC BY-NC 4.0 Internacional), que permite a terceros utilizar lo publicado siempre que mencionen la autoría del trabajo y a la primera publicación en esta revista.